Un diario tiene muchas hojas, millones de palabras , un montón de historias, sentimientos de todo tipo pero sobre todo miles de agradecimientos.

lunes, 2 de febrero de 2009

El Rincón del Área del Lunes 2 Feb

Buenas tardes Jose Antonio



El diccionario la define como la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Pero como le pasa siempre a la especie humana, una definición no nos alcanza para vislumbrar todo el significado de lo que es un sentimiento.

Esta alteración del ánimo intensa es lo que nos ocurre cuando Rafa Nadal sale a la pista con la cinta, las greñas y conforme va pasando el partido levanta puntos que parecen sacados de un videojuego por imposibles. Es cuando Rafa le gana al que dicen es el mejor tenista de la historia y es capaz de ponerte de pie gritando en el salón de tu casa con las aceitunas y la cerveza un domingo por la mañana. Esa alteración del ánimo se produce también cuando ves a la selección española jugando y ganando una eurocopa o durante una etapa de montaña en el Tour, cuando a un chaval más fino que un lapicero se le ocurre levantarse de la bicicleta y dejar a todos los rivales literalmente clavados como el que se levanta todas las mañanas y echa un pis o también cuando Fernando Alonso gana con su Seat Panda alguna carrera.

Pero por supuesto la dichosa alteración en el ánimo aparece cuando ves a tu equipo jugar domingo tras domingo. Todas son alteraciones del ánimo o emociones, lo que ocurre es que todas las anteriores son agradables y la última en el caso del Real Zaragoza es penosa.

En esto del deporte, como en la vida, la mayoría de las veces nos dicen que controlemos las emociones. Yo soy de los que piensa que si no fuera por ellas, seríamos lo más parecido a un robot o a…Roger Federer. Aunque ayer el Suizo lloró. Mostró una emoción y entonces entendimos todavía mas claro, lo grande que es Nadal. Es grande porque su capacidad no solo está en transmitirnos emoción con mayúsculas a miles de kilómetros y en un estado de somnolencia evidente. Es que incluso es capaz de transmitírselas al que no las tiene como al Suizo.

Pero he de confesarte una cosa, igual que llevo toda la temporada diciéndote que ir a la Romareda es como tener un dolor testicular continuo, o como ir a comer con tu suegra todos los días, o como cuando llega el mes de mayo y siempre hay alguna boda de casas reales y en todas las televisiones hablan de lo mismo, también he de decirte que ver al Zaragoza ayer se acercó más a lo de Nadal que a las uniones borbónicas. Si me preguntas una razón posiblemente no podré decirte nada convincente. Es quizás una mezcla de la ligera mejoría en el juego, de los 3 puntos de la victoria, y sobre todo de ver como celebraron los jugadores los goles. Exactamente igual que Nadal los puntos. Pero ya te digo que no hay una razón profunda, quizás porque a las emociones es imposible controlarlas y encontrarles explicación. Por eso verlos nos hace llorar, a veces de alegría como Nadal a veces de tristeza como a Federer.

Hasta la semana que viene

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