Ayer no vi la boda,nada de nada: ni en el telediario, ni en directo, ni en ningún reportaje, aunque barrunto que a lo largo de la semana que viene veremos 350.000 reportajes. Escuchando por la noche a Carlos Alsina en la Brújula de Onda Cero, los oyentes le mandaban correos, diciéndole algo así como "vosotros también vais a hablar de la boda...". Bueno, es cierto que es una de las noticias. Siempre lo es, porque nos guste más o menos, las bodas reales tienen una especial repercusión. Quizás porque tienen un aire a antíguo que a los súbditos nos gusta; quizás porque en el fondo, todos somos un poco monárquicos; quizás porque nos gusta el famoseo y cotilleo más que comer con las manos, la realidad es que como cuando se casó el Príncipe hará unos años, la gente estaba pendiente de la caja catódica.
Me gustó la foto, porque creo que es simpática y porque además sería mi regalo si hubiese sido invitado a este enlace. Es un recordatorio a los novios y la familia de lo que en realidad son, servidores del pueblo. Que nunca se les olvide.
La Monarquía es una institución que ha ido perdiendo poco a poco el significado sacro, civilmente hablando, que tenía en una sociedad moderna. Así lo reflejan las encuestas. Pero también reflejan que en los países monárquicos, el Rey ayuda a una "unión", ficticia pero unión al fin y al cabo, de muchos: partidos políticos, ciudadanos, instituciones varias. Dicho lo cual, es cuestión de tiempo que el debate llegue de manera reposada a cómo debe de ser la Jefatura de Estado en nuestro país. Y habrá referendum y los españoles votaremos. Si se decide cambiar a un jefe del estado electo, a una república, habrá que cambiar la constitución. Y mucho.
Nuestra CE tiene dos formas de ser modificada, "la sencilla" y "la compleja", en una se necesitan mayoría de 2/3 de las Cámaras, en la otra, de 3/4. La primera es la forma habitual, la segunda está reservada para solamente dos casos: Los Derechos Constitucionales (Derecho a la vida, la libertad, la ideología...) y ... La Monarquía. Ahí es donde a mí me chirría todo. Equiparar en complejidad y acuerdo de una cámara a un monarca y al sustento de una democracia, que son sus derechos, me parece un error. Crucial. Quizás un error mayúsculo pero también teórico, porque en nuestra vida diaria, poco nos afecta el modo en cómo se encuentran uno y otros recogidos en la CE 1978. Eran tiempos en los cuales era más importante saber quién era el jefe que quién mandaba.
Me gusta la foto a pesar de no gustarme mucho las bodas reales. Creo que son vacías y que están llenas de protocolo. Una palabra que no me ha gustado nunca nada. Me pena que ayer España abriera con la boda en todos sus rincones, mientras se conocía el dato de paro más alto y lamentable de toda la historia de nuestro país, casi 5 millones de personas. Pero tranquilos, no pretendo ser el cabrón amargado que os chafe la satisfacción de tal unión conyugal.
Hace tiempo que nos volvimos locos y bobos. Bueno, bobicos y bobicas.
Pasad buen puente, con o sin boda. Yo sigo por aquí y sino estaré (contestado permanentemente) en:
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