Lo siento, no lo puedo evitar. No aguanto a Justin Bieber, tampoco a los Jonas Brothers, ni a Disney, ni a todos esos proyectos prefabricados por la industria musical. No puedo con Crepúsculo, su historia de mierda y sus actores sacados del instituto sin ningún talento especial para la interpretación; tampoco puedo con Tokio Hotel y esa mierda de los Emos, una tribu urbana que nació hace poco y que no sé qué pretenden de la vida. O de la muerte, porque parece que les encanta todo ese mundo.
No aguanto toda la basura que nos hacen tragar,desde los Mc Donalds hasta los telediarios de la Fox, pasando por el Tea Party y sus secuacues del partido republicano. No aguanto que haya gente que se enriquezca con mierdas así. No lo soporto.
A lo que vamos, esta semana toca en España, en concreto ayer en Madrid y no sé cuando en Barcelona, Justin Bieber. Para muchos adolescentes de trece, catorce, quince y dieciséis años, su referencia, su ídolo y su verdadera guía en la vida.
Justin Bieber tiene 16 años, y una Biografía. Me gustaría saber qué puede contar una persona absolutamente alejada de la realidad y de su entorno que además tan solo tiene 16 años sobre la faz de la tierra y que para colofón final, toda su vida se reduce a subir a un escenario. Basura. Más basura de marketing que los niños, con el dinero de sus progenitores, comprarán.
No aguanto a Justin Bieber, porque además lo vi en El Hormiguero, y no me despejó ninguna de las dudas que tenía sobre él. Un crío al que le pidieron que moviera el pelo para que sus fans gritaran y lo hizo. Tiene más ego que su minúsculo cuerpo imberbe. "Reconozco que cuando voy por la calle, las chicas se giran y me miran", decía el otrodía en El Semanal XL. Fue portada de la Rolling Stone.
Pero se acabará, como se acabaron los Jonas Brothers, la Peste Negra o la Segunda Guerra Mundial. En las últimas mucha gente murió, con esta invasión lo hacemos en vida. Les vacían el cerebro al futuro de nuestra sociedad, a los jóvenes, convenciéndoles de que se puede ser alguien sin mucho esfuerzo. Lo importante es la fama, el resto, déjaselo a tu Manager.
Odio a Justin Bieber. Odio lo que representa. Odio toda esa basura. Lo siento
pd: de su música mejor me callo. No merece la pena.
pd 2: buenos días gente!!!
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Un diario tiene muchas hojas, millones de palabras , un montón de historias, sentimientos de todo tipo pero sobre todo miles de agradecimientos.
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