Formar Consejos y darlos

Porque en eso se resume la Política y su Clase: formar Consejos (de Administración) y darlos. Si Amen significa así es, habrá que comenzar diciendo que el club está cada vez más cerca de la segunda división. Amén. Todo comienza cuando el Consejo del Real Zaragoza se reúne de manera informal hace pocos días. “Nos vamos” dicen algunos de los consejeros que llevan mucho tiempo en contra del rumbo que ha tomado el club, entre ellos Manuel Teruel, Presidente de la Cámara de Comercio y Fernando Zamora. “Yo no”, contesta el todavía presidente, Eduardo Bandrés. Le restaban todavía dos años y medio de contrato al único presidente ejecutivo de la historia del Real Zaragoza. Agapito no sabe como echarle. La división entre Eduardo Bandrés y Agapito Iglesias es notoria y palmaria. Amen.

El Consejo de Administración del Real Zaragoza sabía que la única forma era dimitir en bloque y dejar solo al presidente. Quedándose solo ante los leones el razonamiento era bien sencillo: o se iba o quedaba delante de todo el club, el entorno y la masa social de un club con más de 77 años de historia, como un mercenario y un pesetero, algo, por cierto, de lo que acusó de manera sibilina al último entrenador del Real Zaragoza, Marcelino García Toral. Y esto lo sabía el Consejo y también Agapito Iglesias. Presiones por todos los lados del máximo accionista a la poca gente que le quedaba en el Consejo para que le convenzan al presidente del club hasta las últimas consecuencias. Que se fuera. Ya.



Le dan “unos días”. Tres como quien dice. Y el martes 30 de Diciembre el Club convoca una rueda de prensa casi clandestina. El departamento de prensa envía un mensaje a los medios: “Rueda de prensa a las 12.30 en la sala de prensa de la Romareda”. Aparece Eduardo Bandrés y Agapito Iglesias. El resto es conocido por todos. Amén.

Agapito no quería echarlo porque el club iba a quedar de cara a la galería como la casa de tócame Roque, una división interna brutal (más incluso) y por supuesto, le tenía que pagar más de doscientos millones de las antiguas pesetas, millones, que no tiene. El expresidente no se quería ir. Le han invitado a irse. Mejor dicho lo han echado. Eso, sí. Todos han quedado como amigos “mi gran amigo Agapito” , “mi gran amigo Eduardo”. “Mi destino en el club está ligado al de Agapito, el día que é se vaya, yo me iré con él”, dijo hace unos meses. Así son los políticos.



Como último detalle, a Eduardo Bandrés lo han querido colocar a lo largo del día 29 y día 30 como Director General de una Caja de Ahorros Aragonesa : La CAI. No podían hacerlo presidente, pero han intentado ponerlo de Director General.

Ahora Agapito Iglesias ya se está moviendo para formar un nuevo Consejo de Administración más “plural”, ha pensado sobre todo, en nombres de exfutbolistas. Les damos tres: Andoni Cedrún, Chavi Aguado y Santiago Aragón.

Uno desde aquí ya se adelanta, Andoni Cedrún diría que no si sigue la misma gente dentro del Club.

El caso es que Agapito, verdugo en todas las decisiones que se han ido tomando en el Real Zaragoza estos años es ahora martit. Está sentenciado también en Pignatelli. El Gobierno de Aragón ha acelerado el paso a la busca de un comprador... y va a estar un banco importante por medio.

Así son los políticos. Y por ahí pasa todo. Porque todo esto es cierto... o no.

O solo una parte.