Grande Coca Cola

Muy buenas a todos. Jooooodeerrr , viva la madre que parió a los de Coca Cola. Cuando las cosas van mal, a la gente nos encanta dramatizarlas para que parezcan peores. Es algo así como, si hoy te ha salido mal algo, no te preocupes, mañana será peor. Nos gusta decir que el mundo camina hacia el fracaso. Les gusta más a los medios de comunicación, por supuesto a los políticos y a nosotros en nuestra vida diaria también nos encanta sacarle punta a algo malo que nos ha pasado a lo largo del día. Si no decirme cuando llegáis a casa, ¿Qué repasáis? Efectivamente, lo malo. ¡Joder! SE ACABÓ. Estoy harto de que todo el mundo diga que nos vamos a la mierda. Hay mucha gente que se levanta todos los días para sacar adelante algo. Un proyecto, una carrera, una familia, una madre, un hijo, un enfermo, un trabajo, una ilusión… una vida. ¿Y todo para qué? Para que luego lleguen los medios y un tal Murfy con su famosa Ley y quiera mandarlo todo al carajo. Es una enfermedad fatal: El Pesimismo.

A partir de ahora, voy a llegar a casa todos los días y voy a repasar todo lo bueno que me ha pasado o todo lo que he hecho bien durante el día. Claro que hay cosas que están mal. Nadie dice que no. Lo que me repatea es el sentimiento ese que dice: da igual lo que hagas porque no vas a sacar esto o aquello adelante. Mejor quédate sentado. ¿Sabéis lo que os digo? que la vida, nuestra vida tiene un montón de cosas buenas. La primera de ellas: vivirla. Los que quieran amargarse que se vayan a la mierda, pero que nos dejen tranquilos.

“No te entretengas en tonterías, que las hay. Y vete a buscar lo que te haga muy feliz, que el tiempo corre muy deprisa. He vivido 102 años, y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta. Estás aquí para ser feliz”.

Pd: Sabéis lo que os digo…que viva la madre que parió a los de Coca Cola.(casi me emociono viendo esta obra de arte)



un abrazo fuerte a tod@s

Marcelino

El pasado jueves estuvo Marcelino en el programa de la tele. Os dejo con la primera parte. El resto está colgado por youtube en la pagina de la tele.



un abrazo gente

El Rincón del Área del Lunes 23 Feb

Buenas tardes Jose Antonio



Recuerdo perfectamente cuando me dijiste que para el programa querías que hiciera una columna semanal. Ya veré lo que puedo hacer-contesté-. Y tú me dijiste que podía hablar de lo que quisiera, pero que te apetecía que hablara más del deporte como una actitud ante la vida que de la vida del deporte. Vamos que me permitías decir lo que quisiera, cuando quisiera y como quisiera. Tenía potestad para hablar de todo y de todos con cualquier comparación o reflexión. Por supuesto de fútbol y más en concreto del Zaragoza pero si lo deseaba me dejabas divagar.

Pues hoy 23 de febrero Jose Antonio voy a tomarme parte de esa diligencia. Porque hoy soy incapaz de hablar del partido que ha jugado el equipo este fin de semana. Me niego porque no hay nada de lo que hablar. Se resume en que fue el peor partido de la temporada. Pero principalmente porque me niego a quitarle a alguien la fe. Me niego a ser un cacique por mucho que tenga un micrófono delante. Me niego a minarle aunque sea mínimamente la ilusión a un aficionado que ve todas las semanas al equipo y que aun con todo piensa que vamos a subir. No soy nadie para eso. Tengo bien claro que el Zaragoza se encuentra en una situación en la que o todos hacemos fuerza o se acabó. Hoy no pienso alimentar esa capacidad innata que tenemos los aragoneses de autodestrucción. Vamos a ir para adelante. Y hay que creérselo.

Nadie creía en junio en la selección española y ganamos. Nadie creía en la final de Montjuic y ganamos. Nadie creía que el español le fuera a ganar al Barça el sábado y le ganó. Hay que creer, porque el otro día me dijo un amigo que volvió a Zaragoza después de un tiempo que la distancia es más psicológica que real, solo es un partido, solo es Murcia. También me dijo que si la afición era la primera que empezaba a no creer en el equipo era mejor que echáramos la persiana.

Por eso Jose Antonio, hoy no pienso decir nada, no pienso reflexionar sobre nada. Hoy quiero que todos, tú, yo y usted que nos está escuchando hagamos la valoración. Para quedarnos sentados y decir que el mundo está muy mal siempre hay tiempo, para lo que no hay es para moverse y salir ahí fuera a partirse la cara. Lo complicado y también lo que nos hace distintos es el levantarse después de caer. Es creerte que vas a sacarlo adelante cuando todo a tu alrededor te dice que es imposible. Lo verdaderamente grande es que David derrote a Goliat. Y David en este caso se llama esperanza y Goliat se apellida derrota. Porque, Jose Antonio, una vez me dijeron que cuando alguien desea algo con todas sus fuerzas el universo entero conspira para que se realice. Y desde entonces cuando veo partidos como los de Elche, cierro los ojos, suspiro, aprieto los puños y vuelvo a decirme: Amigo querer siempre es poder.

Nadaterapia

La situación no es que sea la ideal para dejar unas letras…o sí. Voy en el tren camino de Elche. Razón: narrar el partido Elche-Zaragoza. Tren a no más de 100km/hora. Atravesamos campos castellano-manchegos. Día con nubes y claros. Suena en el portátil Waiting on a Sunny Day( nunca mejor dicho por lo climatológico, y un himno vital). Delante de mí, una mujer se coloca un gorro rosa en la cabeza. No sé si es por el gorro, por la forma, o por rosa, pero me parece casi tan feo como un mix de Ana Obregón y Terelu Campos…

Si me preguntáis sobre que voy a escribir, os diré que sobre nada pero escribir aquí me relaja. Del partido de esta tarde poco os puedo contar. Me imagino que será un partido más de segunda división y que mañana volveré a casa con la seguridad de no haber visto un partido para la historia. Y por supuesto con un pensamiento: no me queda más fin de semana.

Ya he dicho que no tenía que contar nada en especial. Quizás que si no habéis probado escribir nunca, lo hagáis. No tiene porque ser público, pero escribir es la manifestación más perfecta de pensar. Y yo escribo como veis, o mejor dicho como leéis así que no se puede sacar mucho de mi cabez…bien, no he dicho nada. No es tampoco plan de darme palos a mi mismo. Eso sí, todo lo escribo yo, no hay negros… ¡y eso hay alguna que no puede decirlo!

Ahora suena Jhonny Be Good del gran Chuck Berry. El mejor riff de la historia del rock y también de la historia de la música. El padre del Rock & Roll( y no Elvis). Algunas veces me hubiera gustado vivir aquella época. Pero de esto solo te das cuenta cuando te montas en un tren y ves kilómetros y kilómetros pasar.Porque el resto de las veces casi todo va demasiado rápido. Además… he dicho que no quería hablar de Nada. Que es algo muy recomendable. Te recoloca. Te pone en una situación de start o comience de nuevo que estoy apunto de patentar. La Nadaterapia, como la Risoterapia y otras tantas…

"Tómate un respiro. Haz Nada durante 15 minutos al día…a mi me vale para luego llegar a todo." -creo que valdrá para la campaña de Marketing-



God save the rock. God save Chuck Rock & Roll Berry

El Rincón del Área del Lunes 16 Feb

Buenas tardes Jose Antonio



“Nadie juega como España”. Lo dijo el pasado viernes el mismo hombre que jugaba a futbol con esmoquin. El entrenador del momento para todo el mundo menos para él mismo. Alguien capaz de tener mejor figura 10 años después de retirarse que alguno de sus futbolistas actuales. Un mediocentro que veía el partido un segundo antes que el resto de los 21 compañeros con los que jugaba por eso nunca perdía una pelota, por eso nunca se equivocaba. Lo decía el pasado viernes el entrenador del club que mejor juega al fútbol del mundo, lo decía Pep Guardiola.

España, la selección, es el mejor equipo del mundo. Ver jugar a España es como ir a ver una película dirigida por Clint Eastwood: sabes que no te vas a equivocar en la elección. Nunca un grupo de españoles entendió mejor tantas facetas y disciplinas en un 105 por 60.Saben manejar todas las artes: el pase, el regate, el desmarque, la velocidad, la precisión, la paciencia, el tempo de partido…y todas las encaminan a un único punto. El bien común. La victoria de todos, la victoria de la selección.
Cuando España juega, el mundo del fútbol calla. Se para y observa. El resto es admiración, elogios y muchos aplausos. Desde hace tiempo 11 jugadores no juntaban tantas virtudes dentro de un campo de futbol, la primera y más importante, es la de la humildad. España es al fútbol lo que De Niro y Al Paccino al cine, Michael Jordan al baloncesto o Chesterton a la Filosofía. Es como Einstein a la Ciencia, la Generación del 98 a la literatura o las tortillas de patata de mi padre a la cocina.
La Roja es una obra de arte en movimiento y por eso tenemos el deber de disfrutarla.
Con el Zaragoza me pasa sin embargo todo lo contrario. El Zaragoza se ha pasado más de veinte jornadas intentando sacar los partidos como el mal estudiante que se presenta al examen habiendo estudiado la noche anterior a la prueba. Algunos han caído cara, otros cruz, pero casi todos ha costado sacarlos como un parto. Lo que más generan son dolores, pero la afición se ha puesto desde hace tiempo un inyección capaz de tranquilizar cualquier atisbo de jaleo, la epidural se llama primera división, y con ella cualquier parto se hace más llevadero. El sábado volvió a ganar un partido de segunda tosco pero cuando menos con la voluntad de ser un equipo y de intentar pasarse el balón al pie. Suficiente.

Vaya por delante que en esta columna no he descubierto nada. Que España juega como los ángeles y que el Zaragoza juega más feo que mandar a una abuela a comprar armas es algo que sabemos todos, pero a estas alturas de la película no estamos para descubrir nada. Además, Guardiola cuando dijo el viernes que nadie juega como España tampoco descubrió nada y todo el mundo se deshace en elogios hacia él.

Será Jose Antonio que me tengo que poner jerseys de pico y dejarme barba de tres días. La próxima semana te cuento aunque no entiendo porque cuando no me afeito soy un guarro y si no me afeito pero me pongo un jersey de pico soy un dandi. ¿Será porque es entrenador de fútbol o por el jersey de pico? Voy a llamar a Pep…

Hasta la semana que viene

Ahora entiendo

Me pongo a escribir después de bastante tiempo y la verdad es que estoy poco inspirado. El motivo de lo primero, por un tema familiar. Lo segundo, porque suele ser lo habitual durante los fines de semana. Lo siento, soy así de imperfecto. El caso es que hay tantas cosas de las que hablar que al final acabo hablando de nada o de un popurrí cuyo resultado final puede ser parecido a cuando me meto en la cocina a preparar alguna ensalada especial: mezclo todo con todo y el resultado es incomible para el resto menos para mí que me sabe buenísimo.

Yo sé muy poco de casi todo y no es falsa humildad, lo que ocurre es que hay mucha gente que tenemos a nuestro alrededor cuyo horizonte se suele situar siempre en las próximas rebajas o en la marca de ropa que lleva este o aquel o en las amistades que tiene el hijo de esta o aquella y así es más complicado preocuparse por algo importante. Por eso cuando algún amigo me dice que cuanto sé de algo, siempre le contesto que eso es porque él no ha querido profundizar en el tema, sino sabría tanto o más. Ya me estoy yendo por las ramas como me suele pasar habitualmente.
Ante la crisis actual en la que nos encontramos encuentro hace poco la siguiente declaración:“Llegan tiempos muy difíciles. Habrá que agarrarse los machos”. La declaración en cuestión es de el Ministro de Economía y Hacienda, secundada por gente del mismo color político, empresarios y un largo etcétera, incluido gente del otro color político. Al poco tiempo escucho y leo al Presidente del Gobierno que ante la crisis: “hay que consumir”. Por eso un servidor que no ha estudiado la carrera de económicas se pregunta un montón de cosas. Porque desde que el hombre es hombre, los tiempos de crisis se han pasado almacenando lo poco que tienes, es decir, gastando poco y ahorrando un poco más. Y por ende las satisfacciones son menores. Sin embargo el jefe del que lleva las cuentas de todos nosotros dice que salgamos a la calle y gastemos. Y uno que no ha estudiado la carrera de político no entiende nada. Mientras sucede todo esto y la gente pierde su puesto de trabajo, escucho y también leo que los que pertenecen al otro color político dicen que El Gobierno no tiene ninguna solución para salir de la crisis actual y que el único partido que mira por el bien del país es el partido que está en la oposición. Pero entonces me pregunto el por qué de si mira por el interés del país no aporta alguna solución para salir de la crisis. Y entonces me entero que hay gente en ese partido que parece ser que ha robado dinero. Lo han llamado “trama de corrupción”.

Y entonces caigo en la cuenta de por qué estamos metidos en esta crisis. Y de por qué los que mandan hablan de las cosas con palabras ilegibles para mucha parte de la población. Y de porqué los ciudadanos que no han estudiado piensan que los que mandan son más inteligentes que ellos, o saben más cosas. Y de porqué salir en la televisión no significa decir cosas que ellos entiendan. Y de porqué cuando le preguntan a un ministro en la calle no quiere hacer declaraciones. Y de por que cuando se les pregunta a los ciudadanos en alguna encuesta, ningún político de ninguno de los colores del arco iris, aprueba…



Pd: Quería mandarle un saludo a Nico. Un íntimo amigo mío, lo cual no supone nada del otro mundo. Y fiel seguidor y lector de este Blog, lo cual le agradezco profundamente y por eso lo hago público.

El Rincón del Área del Lunes 2 Feb

Buenas tardes Jose Antonio



El diccionario la define como la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Pero como le pasa siempre a la especie humana, una definición no nos alcanza para vislumbrar todo el significado de lo que es un sentimiento.

Esta alteración del ánimo intensa es lo que nos ocurre cuando Rafa Nadal sale a la pista con la cinta, las greñas y conforme va pasando el partido levanta puntos que parecen sacados de un videojuego por imposibles. Es cuando Rafa le gana al que dicen es el mejor tenista de la historia y es capaz de ponerte de pie gritando en el salón de tu casa con las aceitunas y la cerveza un domingo por la mañana. Esa alteración del ánimo se produce también cuando ves a la selección española jugando y ganando una eurocopa o durante una etapa de montaña en el Tour, cuando a un chaval más fino que un lapicero se le ocurre levantarse de la bicicleta y dejar a todos los rivales literalmente clavados como el que se levanta todas las mañanas y echa un pis o también cuando Fernando Alonso gana con su Seat Panda alguna carrera.

Pero por supuesto la dichosa alteración en el ánimo aparece cuando ves a tu equipo jugar domingo tras domingo. Todas son alteraciones del ánimo o emociones, lo que ocurre es que todas las anteriores son agradables y la última en el caso del Real Zaragoza es penosa.

En esto del deporte, como en la vida, la mayoría de las veces nos dicen que controlemos las emociones. Yo soy de los que piensa que si no fuera por ellas, seríamos lo más parecido a un robot o a…Roger Federer. Aunque ayer el Suizo lloró. Mostró una emoción y entonces entendimos todavía mas claro, lo grande que es Nadal. Es grande porque su capacidad no solo está en transmitirnos emoción con mayúsculas a miles de kilómetros y en un estado de somnolencia evidente. Es que incluso es capaz de transmitírselas al que no las tiene como al Suizo.

Pero he de confesarte una cosa, igual que llevo toda la temporada diciéndote que ir a la Romareda es como tener un dolor testicular continuo, o como ir a comer con tu suegra todos los días, o como cuando llega el mes de mayo y siempre hay alguna boda de casas reales y en todas las televisiones hablan de lo mismo, también he de decirte que ver al Zaragoza ayer se acercó más a lo de Nadal que a las uniones borbónicas. Si me preguntas una razón posiblemente no podré decirte nada convincente. Es quizás una mezcla de la ligera mejoría en el juego, de los 3 puntos de la victoria, y sobre todo de ver como celebraron los jugadores los goles. Exactamente igual que Nadal los puntos. Pero ya te digo que no hay una razón profunda, quizás porque a las emociones es imposible controlarlas y encontrarles explicación. Por eso verlos nos hace llorar, a veces de alegría como Nadal a veces de tristeza como a Federer.

Hasta la semana que viene