Premio a Karl Lagerfeld

No tenía ni idea de quien era este tipo pero hoy le podemos dar el premio a la Gilipollez del día, y si me apuran a la del año. Aunque el mundo se divide en dos tipos de personas: las personas que son normales y alguna vez dicen alguna gilipollez y los gilipollas que alguna vez dicen alguna cosa normal.

El polémico diseñador de la casa Chanel ha realizado unas declaraciones recogidas en el Telegraph criticando a la revista Brigitte por negarse a sacar mujeres extremadamente delgadas o a “aplicarles” Photoshop. Es el que se negó a hacer tallas más altas de la 38 asegurando que él “no diseñaba para gente con sobrepeso”

El esmirriao (lleva una dieta más tensa que las bragas de Falete) ha dicho que aquello de no sacar modelos delgadas es "una cosa absurda. Todos esos que critican a las modelos por aparecer huesudas o anoréxicas son las típicas madres gordas que se sientan en el sofá todo el día comiendo patatas fritas".

Nada más verlo me he acordado precisamente de la madre del tipo este, no para mentarla sino para reflexionar en un segundo que pensará la mujer cada vez que se lleve una patata frita a la boca y se siente en el sofá a ver una película a mitad de tarde.

No sé si este tío diseña ropa buena o mala, o si es como el Mozart de la moda, o si micciona colonia (Chanel, por supuesto), lo que sí sé es que cuando abre la boca le pasa lo mismo que a otros genios (si lo es) en sus trabajos, que dicen gilipolleces, soplapolleces y gañanadas.

No tengo ni idea de moda (ni quiero, viendo lo que se cuece por allí. Y sí, siento mis prejuicios con este mundillo) pero entre las pintas que se gasta y las declaraciones que hace me da la sensación que o se dio a la droga demasiado joven o simplemente es del segundo tipo de personas.

Es normal, con lo que lleva en el cuello, es imposible que le llegue la sangre al cerebro.



Premio Chaval, digo Chanel… osea.